21/ El niño y el mar

Hoy se ha ido aquel niño que soñaba con el mar, ese mar que casi podía ver, casi, desde lo más alto de su aldeíta allí arriba, en las montañas donde le nacieron y echó a andar.
Pero un día, de pronto, sin saber cómo, despertó siendo un anciano.
Memoria rota que diluye nombres, rasgos, fechas,
vocerío de tabernas en puertos de nombres impronunciables al otro lado del mundo, donde olvidar una dictadura de mierda,
ruido sordo de talleres en los que dejarse la vida,
lugares y anécdotas devorados por el tiempo
y silencio en que guarecerse.
Hoy, de pronto, sin saber cómo, despertó.
Y era un niño,
solo un niño que soñaba con ver el mar
y todo un viaje por empezar.
Hasta siempre, Santos.

Dibujos de Yago