1/ Fotografías con palabras

Armados con sus dispositivos de última generación, turistas teledirigidos por sus propios teléfonos móviles llegan dispuestos a acribillar a fotos paisajes, monumentos, estatuas y viandantes. Disparan a todo lo que se mueve. Y a lo que no también. En la tienda de souvenirs, mientras caminan, hojeando la sacrosanta guía de viaje, desde del tren turístico, frente al mapa de la ciudad y, por supuesto, durante el primer plato, segundo plato y postre. Sólo existe lo que ha sido capturado en sus pantallas y temen desaparecer si no hay una prueba de vida de sí mismos en cada momento.

Hay fotos de parada obligatoria, claro, donde se amontonan sonrisas profident y calculadas posturas casuales con mirada sugerente a cámara bajo una lluvia de flashes. Hoy todos parecemos famosos. Hay que posar frente a esa imagen reconocible por tus contactos en redes sociales que fue escenario de no sé qué serie de televisión, o es la obra de ese artista… sí hombre, de ése del que no te viene ahora el nombre.

En estos tiempos de la dictadura de la imagen es imprescindible mostrarse lo suficientemente atractivos, jóvenes, interesantes, modernos, desinhibidos, despreocupados y actuales. Importa más el continente que el contenido.

Así fue como comencé a hacer estas imágenes con palabras, para aprender a mirar de nuevo.