15/ Pilar

Se fue cuando llegó la nieve, en silencio, como una vela que se agota.

Ni los médicos ni el nuevo escáner recién traído de Alemania lograron encontrar esa pena que le mordía por dentro. Por lo visto estos trastos no sirven para eso. Miraron por aquí y por allá, mil pruebas, pero nada.

El tiempo había ido arrugando su piel y sus huesos en aquel pueblo de casas blancas en el que la guerra nunca terminó de irse. Cuando la pena llegó intentó guardarla en su cajita de cartón repleta de recuerdos en blanco y negro, pero era demasiado grande, le arrancaba el aire y el camino había sido tan largo que aquella niña octogenaria no pudo más y se dejó caer.

Una llamada pérdida a última hora de ayer, una duda en el estómago, apenas dos palabras.

A los días se cerró su casa. Y nuestro mundo se quedó un poco más huérfano.