13/ Babilonias

El mundo entero cabe en un puñado de calles, pequeñas babilonias por las que pasear de un continente a otro sin avión, visado, ni pasaporte, por obra y gracia de la globalización. Desde Marruecos, con sus trabalenguas de erres y jotas, sonidos que heredó el castellano, hasta Japón, Méjico, India, Senegal, China o Colombia, mientras a la vuelta de la esquina, en las zonas más comerciales, aparatosas masas de turistas occidentales recién llegados desde el espacio amenazan con comprárselo todo. Así es hoy el corazón de cada gran ciudad. También de Madrid, capital de esta tierra de culturas amputadas, dos de tres dicen, o decimos, acostumbrados como estamos a ignorar una cultura más, la gitana, y a olvidar otra, la raíz negra, todas ellas expulsadas o barridas bajo la piel de toro. A veces me gusta imaginar cómo seríamos si la historia hubiese sido otra.